La Fundación Francisco Godia, para quienes no la conozcáis, recoge el legado del empresario barcelonés, que compaginó los negocios con su pasión por las carreras de automóviles, pues fue el primer piloto español de la Fórmula 1, y su amor al arte, que le llevo a reunir una valiosa colección privada especializada en arte medieval, cerámica, dibujo y pintura del
modernismo, y en arte del siglo XX.
Fue creada en 1998 por su hija Liliana Godia, para honrar la memoria de su padre, aunque hasta el 1 de diciembre de 1999 no abrió sus puertas, primero en un piso de la calle Valencia, y al cabo de nueve años se trasladó a la antigua casa Garriga Nogués, un gran edificio, obra
del arquitecto Enric Sagnier, situado en calle Diputación nº 250, que sigue siendo su sede actual y que permite una mejor exposición de la colección que consta de 1500 piezas aproximadamente, entre pintura, escultura, vidrio y cerámica.
La colección, una de las más importantes de fondo privado en España, que
hace un recorrido a través de los siglos del arte catalán, español e
internacional, desde el siglo XII al siglo XXI. Artistas como Jaume
Huguet, Lluís Borrassà, Llorenç Saragossa, Martín de Soria, Felipe de
Bigarny, Alejo de Vahía, Pedro Berruguete, Juan van der Hamen, Francisco
de Zurbarán, Joaquín Sorolla, Ramon Casas, Santiago Rusiñol, Joaquim
Mir, Isidre Nonell, Julio González, Pablo Picasso, Juan Gris, Joan Miró,
René Magritte, Fernand Léger, Karel Appel, Antoni Tàpies, Eduardo
Chillida, Miquel Barceló y Cristina Iglesias se encuentran representados
en la colección.
Además de la colección permanente, recomendaros la exposición temporal que estos días nos presenta "El Greco. La mirada de Rusiñol", enmarcada en la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Doménikos Theotokópoulos, El Greco (1541-1614), y que nos recuerda la gran aportación de Santiago Rusiñol (1861-1931) a su revalorización.
La exposición explica la fascinación de Rusiñol por El Greco y la influencia que éste tuvo en la trayectoria del artista catalán. Como guía artístico del modernismo, y persuadido de la capacidad de regeneración espiritual por la vía del arte, Rusiñol reivindicó al cretense como un paradigma de la modernidad. Exaltó y difundió su figura como la representación de unos valores que se revelarían esenciales en la construcción de un lenguaje estético moderno.
Ha sido producida por la Fundación Francisco Godia en colaboración con el Museo Cau Ferrat de Sitges y permanecerá en la Fundación sólo hasta el próximo lunes 2 de febrero, por tanto, si estás interesado en verla tienes que apresurarte. El horario para visitar, tanto la exposición como la propia Fundación, es de lunes a domingo de 10:00 a 20:00 horas, pero los martes está cerrada.
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